Se trata de una pieza encargada para el sepulcro de don Gonzalo Guiral en la Iglesia parroquial de San Nicolás. Sorprende la representación de San Juan Bautista como un hombre de edad avanzada, ya que suele aparecer con una edad más juvenil. Quizá haya sido un recurso para reforzar la idea de solemnidad.
La obra fue expuesta originariamente en “Testigos” en la Catedral de Ávila en 2004