Las representaciones de Moisés y Melquisedec ocupaban, en un principio, dos espacios a ambos lados de las portezuelas del Sagrario. Están talladas en madera policromada y fueron realizadas, aproximadamente, en 1560. Esta ornamentación del Sagrario es consecuencia de Trento y la Contrarreforma, de la que la exaltación de la Eucaristía se convirtió en bandera, ante la negación del sacramento de los reformistas.