En la obra podemos ver a la Virgen sentada en un trono, cubierta con un pequeño ábside, con el Niño en Brazos. A pesar de ello, la obra se conoce como Virgen de la Silla, por las fuertes reminiscencias rafaelescas que evoca, sobre todo en las facciones de los personajes. La influencia, no sólo de Rafael, sino también de otros autores italianos como Miguel Ángel es bien patente en esta tabla.