Se trata de una tabla que cobra importancia porque presenta a Santa Clara como protectora de la orden de las Clarisas, un tipo iconográfico muy escaso en las representaciones de esta santa, que en realidad es propio de la Virgen María.
Santa Clara está en el centro, llevando el hábito de la orden. Su tamaño s inmenso en comparación con el de las monjas clarisas que cobija bajo su manto.